En apoyo a Carlos y los 6 jóvenes de Pozuelo.
7 de Noviembre en el CSOJ Atalaya (Calle Puerto del Milagro, nº2)
18:00 horas: Charla con Erlatz, Rubén y Carlos
Después conciertos con:
Núcleo Terco
Herida Social
TheSkartes
Smash The Amp
Pinchada de música hasta las 02:00 horas
Bono ayuda de 4 euros con una consumición
CASO DE LOS SEIS JÓVENES DE POZUELO
El 5 de Febrero de 2015; 6 militantes antifascistas del noroeste de Madrid, sufrimos un brutal montaje policial, perpetrado por la brigada de información de la policía nacional de Madrid como culmen del continuo abuso y presión que estábamos sufriendo a raíz de nuestro trabajo político. La acusación se basa en una denuncia falsa del colectivo neofascista «Liga joven» (juventudes del MSR) y su plataforma «Defend»; los cuales solo a través de la estrecha y cobarde colaboración con las fuerzas represivas del Estado, han sabido atajar un problema que se les viene grande en barrios que creían suyos.
Los delitos que se nos imputan solo atestiguan una vez mas la falta de imparcialidad y la brutalidad de este Estado respecto a los que defendemos la libertad política. Se trata de imputaciones tales como banda criminal, delito de amenazas, delito de lesiones, posesión de armas prohibidas y delito contra la integridad moral. No solo con eso sino que además tenemos que vivir con una localización permanente, asistiendo al juzgado a firmar cada 15 días y además con 4 órdenes de alejamiento a nazis de nuestra vecindad.
Las detenciones fueron perpetradas de manera virulenta, algunas en sitios públicos como bibliotecas, otras invadiendo hogares e incluso a punta de pistola. Uno de nosotros sufrió incluso un registro en su domicilio, el cual destrozaron sin encontrar ninguna prueba de las acusaciones. Entre las irregularidades de la detención cabe destacar que sin orden judicial se nos incautaron los teléfonos móviles durante 24h.
El culmen de todo el montaje fue ver como la prensa escrita y la televisión hicieron eco de nuestra detención a través de un comunicado de la agencia EFE que les facilitó la policia nacional, en el que solo se vierten mentiras sobre mentiras; en Telemadrid llego a salir incluso la portavoz de la policía nacional, explicando de primera mano como éramos por ejemplo los causantes de la violencia en las manifestaciones, lo cual pueden decir tranquilamente, ya que saben que no podemos costear sus tasas judiciales para defender nuestro honor; ya que con sus mentiras nos han ocasionado problemas en nuestro entorno familiar, vecinal, estudiantil y laboral; parte inalienable en todos los montajes policiales.
Meses después sufrimos aun el hostigamiento de la policía, sus seguimientos, sus escuchas y sus amenazas; sumado a la presión que eso supone para continuar con el trabajo antifascista; tan necesario en nuestra zona.
Pedimos lo mismo que para todos los casos similares, que lamentablemente son cada vez más frecuentes ; solidaridad y lucha, no queremos mártires ni cabezas de turco, queremos continuar con el ejemplo de los que han caído, de nuestros presos y de los que seguimos luchando.
CASO DE CARLOS
El día 12 de octubre de 2013 sufrí un ataque fascista por parte de 6 personas que, al identificarme como antifascista por la camiseta que llevaba, intentaron causarme daño a mí y a la persona que venía conmigo . Eludimos esta agresión de la manera más proporcionada posible y dichos elementos sacaron fotografías del intento de agresión y las colgaron en Internet.
Al parecer el bar donde estaban tomando algo estas personas había sido atacado por un grupo de antifascistas unos minutos antes de que mi compañera y yo bajaremos desde Méndez Álvaro caminando hasta el Puente de Vallecas y tuvimos la desgracia de pasar por delante cuando el encuentro había sido inminente. Decidimos no poner denuncia porque nuestros moratones y la levedad de nuestras contusiones no nos motivaban a ello, teniendo en cuenta además la connivencia prácticamente explicita que existe entre los elementos de ultraderecha y los cuerpos de seguridad del Estado, además de que temíamos que manejarán nuestros datos personas, lo que nos causaba desconfianza y sabíamos perfectamente que estos datos serían filtrados. En resumen no queríamos que los fascistas nos identificaran.
Como estos cobardes nos fotografiaron y enviaron esas fotos a internet y se las proporcionaron a la policía fuimos detenidos un mes y medio más tarde.
Nos acusan de formar parte del grupo de atacantes que previamente había visitado el bar de estos desgraciados. A consecuencia de estas detenciones comenzó una campaña de intoxicación por parte de los medios de comunicación burgueses, donde se nos criminaliza y se nos identifica en algunos casos de forma explícita buscando posiblemente venganza y represalias por parte de elementos fascistas.
Cuando nuestro abogado comunica la petición fiscal, absolutamente desproporcionada, absurda, injusta y delirante que nos realiza, entendemos que para estos lacayos del capitalismo la condición ideológica de quienes se enfrentan al sistema capitalista es el único crimen qué quieren castigar.
Mi compañera es una persona que nunca ha entrado en contacto con organizaciones opuestas al fascismo ni el capitalismo y se ha mantenido al margen aunque tenga una opinión política.Pero a pesar de todo tiene como agravante odio ideológico y le piden 8 años de cárcel.
A mí me piden 10 años de cárcel por daños, lesiones y tenencia ilícita de armas peligrosas o prohibidas, con el agravante de odio ideológico, y yo sí que reconozco abiertamente que soy antifascista, pero la cuestión es que no fui yo quién atraco sino quién se defendió de una agresión, siendo así falsos los delitos de los que se me acusa.
Queremos que este caso como todos los demás en los cuales hay implica las personas antifascistas, o que hayan sido perjudicadas por elementos reaccionarios y de ultraderecha, tengan trascendencia y sean comentados, además de que las campañas de apoyo sean efectivas, útiles y reciban apoyo por todas las personas que se opongan al fascismo y al capitalismo, líneas de pensamiento que hacen que la vida de las personas sea un infierno.
